lunes, 17 de diciembre de 2012

El lider, ¿se nace o se hace?


Con frecuencia nos preguntamos si los líderes nacen o se hacen.
Por un lado son muchas las personas que tienden a pensar que la razón por la que no hay demasiados líderes es por la necesidad de poseer una serie de características innatas, difíciles de precisar. Y por otro lado, se observa la enorme capacidad de modificación de la conducta humana y se tiende a pensar que en el ser humano todo puede ser aprendido.
Así, apoyándonos en un modo u otro podemos decir que el líder nace, que el liderazgo es una cuestión de personalidad y que por tanto, líderes sólo pueden ser aquellos que han nacido para tales. Se nace con esas características o no se nace, o podemos pensar que el esfuerzo el estudio, el desarrollo de la capacidad de cada uno y como no el ambiente son lo que determina la aparición de un líder en un momento oportuno.
Ambos enfoques, pese a parecer opuestos, tienen su parte de razón. La personalidad más adecuada no alcanzará nunca el liderazgo si la situación no le es propicia, e igualmente, la situación más oportuna no llevará al liderazgo jamás a una persona sin la personalidad adecuada. Por ello, el liderazgo podemos señalar que es la unión de una personalidad adecuada en una situación propicia. 
No existe una fábrica de líderes. No existe una varita mágica que nos convierta en líderes, de la noche a la mañana. Los líderes se van forjando a sí mismos, se van haciendo a sí mismos, y cuando surge el momento, su oportunidad, allí están ellos para dirigir al grupo hacia la meta deseada.

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